miércoles, 22 de octubre de 2008

Infierno de metal

No avances,
no camines,
quédate quieto de cualquier modo,
nadie hay que nos reconozca
ni nos reciba
en este puerto de piedra,
en este infierno de metal
conseguido a punta de pecados.
Te digo.

El mundo nos ha dadohasta por debajo de la lengua
su revisión verbal
en cada verso,
en cada brazo
de filología discutible,
en cada filo a fuerzas redimido.

Llenas las bocas-las manos-,
de entre los dientes
-los dedos-
escurre arena
-saliva-

en una playa
iluminada por un sol blanco
como el centro de la sangre
cuando lo miras.


No hay comentarios: